World Vision Guatemala y Bee Line Wheelchairs entregan 32 sillas neurológicas
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- 1 ago
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Los beneficiarios son niños que sufren parálisis cerebral, retardo en el desarrollo psicomoto
y otras limitaciones funcionales.
La donación representa un importante paso hacia la inclusión la equidad
y el acceso a la movilidad.
Chiquimula, julio de 2025. Con el propósito de transformar la vida de niños y niñas con discapacidad en la región de La Unión Zacapa, San Juan Ermita, Olopa y Camotán, Chiquimula, Guatemala, World Vision Guatemala, a través de su proyecto especial Rompiendo Barreras de la Oficina de Apoyo de Estados Unidos (OS USAO), coordinó la realización de la "Jornada de Atención Fisioterapéutica y Entrega de Sillas Neurológicas".
La actividad se llevó a cabo los días 31 julio y 1 de agosto de 2025, a partir de las 8:00 a.m. en la Finca El Tule, San José La Arada, Chiquimula.
Durante la jornada, se entregaron 32 sillas de ruedas neurológicas personalizadas, diseñadas para niños con parálisis cerebral, retardo en el desarrollo psicomotor y otras limitaciones funcionales.
Esta donación representa un importante paso hacia la inclusión la equidad y el acceso a la movilidad. La acción fue posible gracias a la alianza estratégica Entre World Vision Guatemala y la organización Bee Line Wheelchairs, esfuerzo interinstitucional que refleja el compromiso conjunto con el bienestar, la dignidad y los derechos de la niñez en situación de vulnerabilidad.
En el evento también participaron técnicos de la organización Bee Line Wheelchair encabezada por su director Mark Richard, así como fisioterapeutas, piscologías y voluntarios locales con el respaldo de las municipalidades de La Unión Zacapa, San juan Ermita, Olopa y Camotán.
Los niños y niñas beneficiados son parte de los programas de patrocinio que World Vision desarrolla en comunidades de La Unión Zacapa, San juan Ermita, Olopa y Camotán.
Esta relación de acompañamiento cercano ha permitido conocer de primera mano sus necesidades específicas y gestionar apoyos especializados como esta entrega de sillas neurológicas personalizadas.
Durante el evento, Aury Palma, de World Vision Guatemala, indicó que: “La movilidad es un derecho, no un privilegio. Estas sillas neurológicas personalizadas cambian la vida de los niños y sus familias porque mejoran su salud, fortalecen su autonomía y promueven su inclusión en la sociedad.”
Glenda Barillas, Coordinadora de Relaciones Públicas de World Vision Guatemala, reconoció el valioso apoyo y el impacto significativo que ha tenido el trabajo en alianza con socios y aliados estratégicos.
La comunicadora destacó cómo, a través de una visión compartida y un enfoque colaborativo, se han desarrollado proyectos sostenibles en áreas clave como agua y saneamiento, seguridad alimentaria, educación y protección de la niñez.
“El trabajo conjunto nos permite generar transformaciones reales y duraderas. Cuando sumamos esfuerzos con propósito, logramos impactos que fortalecen comunidades y abren caminos para que cada niña y niño tenga la oportunidad de vivir plenamente”, afirmó Barillas.
¿Qué es una silla neurológica personalizada?
Las sillas neurológicas personalizadas son dispositivos de movilidad diseñados especialmente para niños y niñas con discapacidades neurológicas severas, como parálisis cerebral, lesiones cerebrales o trastornos neuromusculares.
A diferencia de una silla convencional, estos dispositivos se fabrican a la medida: cada silla es elaborada con base en evaluaciones específicas y detalladas de cada niño o niña, considerando su talla, peso, postura y capacidades.
El 80% de los niños que recibirán estas sillas tiene diagnóstico de parálisis cerebral y no cuenta con control adecuado de cabeza, cuello o tronco. Por ello, las sillas incluyen:
Soportes laterales, de cabeza y de tronco, que permiten mantener una postura segura y cómoda.
Materiales duraderos y livianos, que facilitan su uso en distintos entornos.
Impacto en la vida de los niños y sus familias.
El impacto de recibir una silla neurológica personalizada es transformador:
Mayor comodidad y seguridad: Los niños pueden estar sentados correctamente, evitando dolores o riesgos de lesiones.
Mejora en la salud: Se reduce la posibilidad de deformidades, úlceras por presión y problemas respiratorios.
Inclusión y participación: Los niños podrán asistir a la escuela, estar presentes en actividades familiares y participar socialmente.
Alivio para los cuidadores: Las familias podrán movilizar a los niños con menor esfuerzo físico, reduciendo el desgaste emocional y físico.
Dignidad y autonomía: Aunque no todos los niños pueden desplazarse por sí mismos, estar erguidos y cómodos cambia cómo son vistos y cómo se sienten.

















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